Esta técnica consiste en quemar controladamente las capas superficiales de la epidermis (lijar la piel) y así permitir que nazca piel nueva. A su vez se estimula, por medio de un calor intenso, la producción de colágeno en la parte más profunda de la piel (la dermis) y permite que se tensen los tejidos.

Los resultados con este tratamiento son:

  • Mejorar considerablemente la calidad de la piel: textura, luminosidad, manchas, imperfecciones y poros abiertos, la piel aparece más tersa y elástica.
  • Mejora arrugas superficiales y medias.
  • Tiene efecto de tensado cutáneo anti-flacidez.
  • Ralentiza el envejecimiento por el efecto de síntesis de colágeno, produciendo un rejuvenecimiento interno y de calidad de la piel.