Llamamos infiltración de material de relleno facial, al relleno de los tejidos blandos de la cara. Para ello se utiliza un material que llamamos biológico por su procedencia y que puede provenir del propio paciente, por lo que se le llama autólogo, de un organismo diferente, por lo que se le denomina heterólogo o ser sintético. En ocasiones el material utilizado no es biológico.
El fin de la intervención es el de engrosar estructuras tales como los labios, el mentón, los pómulos, o el dorso nasal, o bien camuflar arrugas o cicatrices faciales.
La técnica consiste en la infiltración del citado material mediante una aguja de calibre variable. Si se utiliza material autólogo, como por ejemplo grasa del paciente, será necesario un procedimiento extractor en otra parte del cuerpo.